El pasado viernes 16 de agosto, en el centro de eventos Kzi Bar de Coquimbo (Chile), cinco bandas dieron vida al regreso de las clásicas tocatas Infernal, cuya organización va enfocada desde hace años a la difusión del underground nacional. En esta oportunidad se presentaron las agrupaciones Mordrek (con su profano y bien ejecutado black metal), Panteón (pura potencia y actitud desde Tocopilla, en la foto), Undertaker Of The Damned (con clásicos y temas nuevos), Cadaverous Incarnate (una máquina demoledora) y Rakeniven (los anfitriones de Coquimbo, estrenando su nueva formación de barbaric metal).
Con un excelente sonido y ante un buen marco de público, cada una de las bandas participantes expuso el excelente momento por el que atraviesa el movimiento del metal en este país austral. Como dato importante hay que subrayar que dos de las bandas participantes esa noche, Cadaverous Incarnate y Undertaker Of The Damned, realizaron sus últimas presentaciones en tierras nacionales antes de partir a Europa (septiembre y octubre). Una prueba palpable de que la música extrema chilena ya es de exportación. Hay que resaltar igual la excelente organización que caracteriza a Infernal en cada uno de sus eventos.
Foto: Janina Guerrero.