Nada menos que desde Nueva York, la Gran Manzana de Estados Unidos, surgió en el año 2010 el proyecto de black metal Spite, conformado por un solo integrante apodado Salpsan, multiinstrumentista y cantante. Aunque ha lanzado demos, splits, eps y singles, ahora va en su segundo largaduración oficial, el cual nos llega a través del sello Invictus Productions. Seis años después de su álbum debut, aparecen 10 nuevas canciones que igual tienen todo los elementos del black metal a la antigua, es decir, una furia descontrolada matizada a veces con momentos melódicos, lo que hace recordar a algunas bandas nórdicas de los años 90. De todas formas, el disco es bastante inspirado y llama la atención que una sola persona se encargue de todo. Sería extraordinario ver este trabajo en vivo con músicos de sesión. Buen segundo álbum de Spite, oscuro y potente.