Este es un disco que sin duda generará debates y discusiones. ¿Era necesario? Para muchos se trata del regreso más importante de la historia del rock. Otros preferirían dejar que el recuerdo permanezca en paz. Lo cierto es que después de la dolorosa partida del cantante Chester costaba imaginar un regreso de esta famosa banda estadounidense, que revolucionó la música juvenil a fines de los 90 y comienzos de los 2000. Pero se han atrevido a volver, más encima con disco nuevo y presentando a una nueva vocalista, Emily Armstrong, que se encontró de golpe con la fama mundial apenas la mostraron en sociedad. Ahora la pregunta es, ¿valió la pena este retorno? Al menos el álbum tiene cosas muy buenas, mezclando acertadamente hip hop con metal y por supuesto con esos tintes pop tan característicos de Linkin Park. Se nota que hubo dedicación para hacer este trabajo. La cantante hace lo suyo y suena compenetrada junto a la actual encarnación de la banda. El álbum es bueno pero carece de un tema que vaya a convertirse en clásico. Seguramente igual la gira mundial será todo un éxito, principalmente por volver a escuchar las canciones antiguas.