Desde su aparición en 1990 en Suecia, los reyes del metal progresivo Opeth no han dejado a nadie indiferente con su exitosa carrera, que hasta el momento suma un total de 14 discos de estudio. Sin embargo, en el último tiempo algunos fans no estaban conformes con el camino que estaba tomando la banda, lejos de aquellos tiempos en que revolucionaron el mundo con discos clásicos como “Blackwater Park” (2001) o “Ghost Reveries” (2005). Pero hay buenas noticias, porque su más reciente trabajo, editado por el sello Reigning Phoenix Music, sin duda que estará dentro de lo mejor de su trayectoria. Son en total 8 temas, repartidos en 50 minutos de duración, donde vuelve la chispa e inspiración de antaño, devolviéndonos la mejor faceta del cantante Mikael Akerfeldt. La banda igual suena más compenetrada que nunca, regalándonos un magnífico disco cargado de matices, que lo llevan casi al borde de la perfección.