Cuarto disco de la banda estadounidense Body Void, lanzado a través del sello Prosthetic Records, con un total de 6 cortes que en su mayoría son de larga duración. De hecho, la placa roza los 45 minutos. El estilo de este trío se mueve dentro de lo que denominamos Drone y Noise, que para muchos pueden ser solamente ruidos inconexos, pero en realidad reflejan una postura artística llena de atmósferas, que te dejan al borde de la locura. Los riffs arrastrados de las guitarras se mezclan con voces y efectos electrónicos, difícil de procesar a la primera. Sin embargo, invita al oyente a adentrarse en un complejo viaje sonoro con muchas sensaciones. Hay que estar preparado para dejar correr el disco, cerrar los ojos y dejarse llevar por un torbellino musical de insospechadas consecuencias en tu estado de ánimo.